CURTEA DE ARGES	CLIMA	ALOJAMIENTOS	FOTOGRAFÍAS

Curtea de Arges es una ciudad llena de historia y leyendas, siendo la primera capital de los príncipes de Tarii Românesti, al llegar al poder los miembros de la dinastía Basarab.
Esta pequeña ciudad, situada en la estribación sur de los Cárpatos Meridionales, más concretamente en la zona de piedemonte, tiene una población de 32.500 habitantes.
Numerosos restos arqueológicos indican que los primeros asentamientos en la zona estaban bajo el control del Imperio romano dentro de la provincia de la Dacia. Bajo el nombre de "argeseni" eran conocidos los habitantes dacio-romanos de estos asentamientos, tanto en la época de máxima extensión imperial, como tras su retirada al sur del Danubio hacia el 271 d.C.

Entre el S. IV y el V se puede hablar de una "confederación de los pueblos del Arges", formada por la unión de las aldeas de la zona, que se extendía por el curso superior de este río.
Posteriormente, esta “agrupación” se extiende hacia el sur, convirtiéndose en una verdadera provincia, momento de la llegada de los Eslavos a la península Balcánica, aproximadamente en el S. VI.

Pero hasta el S. XIV no podemos indicar una mención escrita de la ciudad de Arges, aún con el nombre latino de “Castro Argis”.
La Residencia de los Príncipes aparece en otro documento, emitido por el príncipe Neagoe Basarab en 1517, con lo que se demuestra que ha tenido el título de "Trono más viejo de los príncipes en Curtea de Arges."

En el S. XVI, el nombre de esta localidad, aparece mencionado como Argisch. Con este nombre queda hasta una publicación de 1850, donde aparece ya como Curtea de Arges, aunque aún está consignado con el de Kourte o Kurte Argisch.
Los descubrimientos arqueológicos del S. XX permitieron precisar la cronología de la antigua Corte Principesca del Arges, refiriéndose a una iglesia anterior a la actual, del S XIV, por lo que se cree que podría haber sido construida incluso antes de la invasión de los Tártaros en 1241, sufriendo todo el conjunto, una serie de remodelaciones en los siglos posteriores.
Los primeros vestigios medievales encontrados de la Corte, datan de finales del S. XII o principios del XIII, donde se piensa en la existencia de un recinto amurallado, con residencias y una iglesia. Con estos datos se ha elaborado la hipótesis de que estos restos podrían pertenecer a la primitiva residencial del príncipe Seneslau.

La destrucción de este asentamiento fue el resultado de las campañas de los húngaros, año 1330, al mando del rey Carol Robert de Anjou.
Hacia el año 1340, Basabab I "el Fundador", construye una nueva Corte en las ruinas de la anterior, rodeándola de una muralla defensiva más importante. La iglesia se levantó en el mismo lugar que su predecesora, terminando de ser pintada en 1369. Tiene planta del cruz griega inscrita y ha sido lugar de enterramiento de los primeros príncipes de la dinastía Basarab y de sus familiares más nobles.
La antigua torre fue demolida en el S. XVI por Neagoe Basarab, siendo levantada otra con piedra y ladrillo, de la cuál, en la actualidad, sólo se conserva la parte inferior. También en esta época se construye las edificaciones del lado norte. La torre de entrada data del año 1838.

En las proximidades de este complejo principesco se encuentra, sobre una colina, la iglesia San Nicoara, de estilo romano bizantino con campanario construido solamente de ladrillo, que tras muchas discusiones e hipótesis entre los historiadores, además de las leyendas populares, se piensa que fue construida en los siglos XIII y XIV. Una de estas historias nos indica que esta iglesia fue construida para la esposa del príncipe, que era católica, con un alto campanario en forma de espadaña, pero con la intención de servir de alerta a la fortaleza de Poienari en caso de peligro.

Quizás el monumento más representativo de la ciudad es el Monasterio de Curtea de Arges, S. XVI, mandado construir por Neagoe Basarab, conocido como Basarab I. Se caracteriza por una nave larga, con una bóveda alta. La fachada del oeste, la de la entrada principal, está coronada por una serie de torres. En el interior de la iglesia se encuentran las tumbas de los reyes Carol I y Ferdinand I, junto con sus esposas. La leyenda de este monasterio nos indica que el príncipe encomendó esta construcción al maestro Manole, pidiendo que fuese la obra más hermosa jamás construida. Pero todo lo que durante el día se construía se derrumbaba por la noche. Durante un sueño, Manole ve a un ángel que le dice que tiene que sacrificar a su esposa Ana, a la cuál debería emparedar en uno de los muros del monasterio. Al segundo día, Ana aparece por el camino para llevar la comida a su esposo, el cuál cumple con el sueño y finalmente el monasterio pudo ser construido. Cuando estaba próximo a su finalización el príncipe vio la gran construcción que se estaba realizando y preguntó a los diez maestros que participaban en ella si serían capaces de construir otro monasterio aún más bonito e impresionante que éste, a lo que contestaron que sí. Para impedírselo el príncipe ordenó que se retirasen los andamios y que los constructores se quedasen en el tejado. Estos desesperados por su situación, se construyeron una especie de alas de madera con la intención de volar hasta el suelo sin sufrir daño, pero todos murieron. En el sitio donde cayó el maestro Manole apareció una fuerte donde brotó agua de sus lágrimas derramadas antes de su muerte por el gran sacrificio que le había costado esta construcción.

Foto 1, autor: Fernando Llorente Martínez

Foto 2, autor: Fernando Llorente Martínez

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