Los Montes Fagaras, conocidos como los Alpes de Transilvania debido a lo agreste de sus cimas y a su gran parecido con la cordillera centroeuropea, con una extensión de 72 km de largo por 50 km de ancho, es la más larga y al mismo tiempo la más alta sierra de todos los Cárpatos rumanos, que se dividen en Orientales, Meridionales, de los que forma parte y Apuseni u Occidentales. Están situados entre el Valle del río Olt al oeste y los Montes de Piatra Craiului y Bucegi al este.
Su parte principal, con una anchura de 50 km, tiene una gran densidad de picos por encima de los 2.000 metros de altitud, siendo 42 superiores a los 2.400 y con 6 de más de 2.500 metros, de los cuales destaca el Moldoveanu, que con 2.544 metros es el más alto del país.
Una de sus características es que la parte norte de estos montes, la que da hacia Transilvania, es mucho más escarpada que la parte meridional, ya que sólo en una distancia de entre 8 y 10 km, la diferencia de nivel puede llegar hasta los 2.000 metros. Esta cadena de montañas se ha levantado tras los movimientos tectónicos y esta formada, en su mayoría, por rocas metamórficas. Solamente en unos puntos encontramos estratos finos calcarios o de conglomerados. Su relieve fue trasformado también por el hielo, dejando a su paso valles glaciares separados por cimas muy agrestes. En los antiguos circos glaciares se han formado decenas de lagos (aproximadamente unos 50), de los cuales el más grande es el lago Bâlea, de 4,6 ha, el más profundo es el Podragu, de 15,5 metros de profundidad y el que se encuentra a mayor altitud es el lago Mioarelor, que está a 2.282 metros de altura.

CLIMA:

El clima de los Montes Fagaras tiene un carácter alpino, aunque es más continental que en el resto de los Cárpatos. Los valores medios de la temperatura, la intensidad de los vientos y la cantidad de las precipitaciones dependen en gran medida de la altura y de la orientación de las montañas. La temperatura media anual de las zonas alpinas, la situada a más de 2.000 metros de altitud, es de -2º C. Muchas veces, hasta al final del mes de junio, encontramos grandes neveros en sus laderas.

FLORA, VEGETACIÓN Y FAUNA:

La flora y la vegetación del monte es muy rica y diversa, dispuestas por pisos en función de menor a mayor la altitud, nos encontramos con bosques de hoja caduca, de coníferas, praderas subalpinas y alpinas. Hay que destacar, que en la parte sur los pisos de la vegetación están a una mayor altura, aproximadamente unos 150 - 200 metros, que en la parte septentrional. La flora de los Montes Fagaras presenta la mayor variedad y riqueza en los pisos superiores, es decir en altitudes superiores a 1.800 metros. En comparación con otras montañas, aquí encontramos el mayor número de especies y elementos endémicos.

La fauna también tiene una división en función de la altura, pero los límites son menos claros que en la vegetación. En las zonas alpinas los mamíferos más representativos son las cabras negras. Aquí son de un menor tamaño que sus familiares de los Alpes. Entre las aves encontramos: cuervos, golondrinas de montaña, águila imperial y águila de monte. Entre los mamíferos, además de la mencionada cabra negra, encontramos: corzos, ciervos, jabalís, lobos, zorros y osos carpáticos, y a veces martas, linces y gatos salvajes.

Afortunadamente se empiezan a crear algunas zonas protegidas, como son: zona Bâlea (botánica y paisajística), el valle de los narcisos en Vlad, la reserva de caza de Valea Arpasului y la reserva paleontológica situada en la cercanía de la ciudad de Turnu Rosu, donde se han encontrado una colección de dientes de tiburón, que en la actualidad se encuentra en el Museo de Ciencias Naturales del Museo Brukenthal de Sibiu. Comparado con la riqueza de plantas endémicas y las espléndidas áreas paisajísticas, el número de las zonas protegidas es muy pequeño.

GEOLOGÍA:

Como consecuencia de su pasado geológico, en los Montes Fagaras se distinguen dos tipos de relieve claramente diferenciados, uno glaciar y otro fluvial.
El relieve glaciar presenta formas bien conservadas, círculos o calderas glaciares con lagos, que se extienden por la parte más alta de los montes, tanto en la vertiente norte, como la del sur. Las calderas glaciares tienen 3 o 4 escalones y continúan con valles transversales con la característica forma de “U”.
En el relieve fluvial-torrencial, que se ha desarrollado en zonas más bajas, donde encontramos formas modeladas por los torrentes, arroyos y ríos, formando valles más estrechos y en forma de “V”.