Piatra Craiului, es una de las más pequeñas unidades de montaña de Rumania, con la particularidad de estar separada de los Cárpatos Meridionales, aunque perteneciendo a esta unidad, levantándose majestuosamente de la meseta transilvana.
A su vez se la puede dividir en tres partes separadas claramente por límites naturales, como son Saua Funduri y Curvatura Petrei Craiului, formando Piatra Criului Mare, Piatra Craiului Mica y Pietricica. La primera tiene 22 km de longitud y se encuentra entre ambos límites naturales y en ella se encuentra su cima más elevada, que alcanza los 2.238 m (Vf. La Om o Piscul Baciului). En sus cercanías hay una porción de 5,5 km que se encuentra por encima de los 2.000 m, zona denominada “Lant”.
La ladera oeste y noroeste son las más abruptas con valles formados por torrenteras; mientras que el este es más suave, con praderas alternadas de zonas rocosas y paredes de pequeña altura.

CLIMA:

El clima es típicamente de montaña, marcado por la altura, pero menos frío que en los montes Fagaras o Bucegi, debido, tanto a su orientación, como a su formación geológica calcárea, que ayuda a mantener el calor.
Debido a su orientación NE-SW, hay una diferencia apreciable de temperatura entre ambas vertientes, siendo la de levante más fresca y húmeda que la de poniente, destacando la zona NE, conocida con el nombre de Dosel Pietrei Mici, con una amplitud térmica menor, con un gran manto boscoso que incluso alcanza los 1.700 metros de altura, superando entre 100 y 200 metros a las demás zonas de estos montes. El viento dominante es el NW, más frecuente e intenso en invierno y en primavera; mientras que en verano es cuando menos actúa. La media de días cubierto ronda entre los 180 y los 200, mientras que los días despajados apenas alcanzan los 80. Siendo habitual la formación del “mar de nubes” dejando a las cimas a modo de islas.

FLORA, VEGETACIÓN Y FAUNA:

La flora y la vegetación es una de las más ricas del país, contando con el 30% del total nacinal, incluyendo 181 que son consideradas especiaes endémica y están en régimen de severa protección. Destacando el endemismo denominado denominado Garofita Pietrei Craului “Dianthus carthusianorum o callizonus”, encontrándose sólo en algunas zonas de la vertiente oeste.
También es específico de estos montes es la repartición diferenciada de la vegetación entre sus dos lados, siendo el oeste y noroeste mucho más abrupto y de difícil acceso, ha mantenido mucho mejor la flora específica; mientras que en el este, con menores inclinaciones, los pastos se han extendido hasta muy cerca de las cumbres, provocando que los endemismos sean mucho más raros de encontrar.
En el piso boscoso, nos encontramos los bosques de Fag “Fagus silvatica” o Haya. Según ascendemos se produce una mezcla con Brad “Abies alba” o Abeto, Abeto plateado, Abeto blanco, hasta aproximadamente los 1.100 metros, momento en que el abeto se hace dominante.
De los 1.300 hasta los 1.650 m. nos encontramos con Molid “Picea excelsia o abies” o Pícea de Noruega, Abeto falso, que por el lado occidental puede llegar hasta los 1.750 m. Alcanza su mayor desarrollo en las zonas más lisas o en los valles donde tienen mayor humedad; mientras que en las laderas más accidentadas, además de esta pícea podemos encontrarnos pequeños abetos.
En primavera los claros del bosque se llenan con Branduse de primavera “Crocus vernus” o Crocus holandés; Ghiocel “Galanthus nivalis” Galanto o Campanilla de invierno y Floarea pastului “Anemone nemorosa” o Anémona del bosque, Flor del viento, Olor de zorro, Amapola silvestre, Ranúnculo blanco o rosado, son algunos de sus nombres.

La fauna es muy rica, citando solamente algunos de los mamíferos más representativos: ciervos, corzos, cabras negras, osos, lobos y jabalíes.
Toda el área de estos montes está declarada Parque Nacional.

GEOLOGÍA:

La geología de estos montes está constituida por calizas de origen marino, que se sedimentaron sobre rocas cristalinas muy duras ya existentes. Las paredes del noroeste y oeste representan una sucesión de antiguos arrecifes de coral que vivían en el primitivo mar de poca profundidad que había en la era mesozoica. Estas calizas tienen un gran desarrollo también alrededor de la zona montañosa, donde junto a los conglomerados del período cretácico, dan una nota muy pintoresca a toda la región.
La formación calcárea tiene un grosor apreciable (unos 300 m en Pietricica, 1.200 m en Piatra Craiului Mare) y ocupa una superficie de aproximadamente 25,1 km², de los cuales 20,8 representan un área continua. Esta formación está fuertemente inclinada casi alcanzando la vertical, lo que ha provocado la formación de un relieve constituido de valles muy profundos y fuertemente erosionados separados por crestas abruptas. Allí, donde los estratos horizontales no se han visto afectados, el paisaje nos ofrece el impresionante aspecto de unas paredes verticales de 300 - 400 metros de altura, tal y como es la Pared Central de la zona Marele Grohotis.
Después de la formación de este sistema montañoso, los procesos de erosión han continuado sobre las calizas formando de esta manera un pedrero o canchal, que principalmente podemos encontrar en la cara oeste.